Ejercicios de dibujo expandido

Parte 1. Cambios de soporte el dibujo

Para estos tres dibujos, como para los otros experimentos, no he buscado ningún tema en particular, he intentando explorar sin prejuicios los materiales, y al final el resultado ha ido surgiendo. Aparte de los experimentos que presento, he hecho otros que no han funcionado al final, pero sí han servido para abrir caminos.

En un primer lugar, use tinta china y piedras como “pincel” sobre papel que tenía apoyado en cartón. Acabé dibujando una flor inspirada en el sumi-e, porque me pareció interesante como de algo inerte como una piedra, surgía algo inerte que era un dibujo, pero que era algo vivo, la flor. Lo más complicado de la piedra es que no absorbe la tinta, entonces enseguida se queda prácticamente seca.

En segundo lugar, usé un algodón con tinta china, para probar con algo que retuviera la tinta. Además, sumergí el papel antes en agua con tinta diluida para ver qué pasaba…

Por último, y para cambiar pinté sobre vasos con un rotulador permanente. Aquí se me ocurrieron varias ideas, pero al final sí que fui a intentar expresar la dicotomía medio lleno/medio vacío.

Parte 2. Expansión de la superficie del dibujo

Esta parte de los ejercicios tuvieron la dificultad para mí de encontrar el espacio a intervenir. Vivo en un piso de alquiler sobre el que no podía hacer demasiado y el espacio público era complicado, porque llovió mucho en los días que me tocó hacerlo. Intenté hacer lo que pude con los medios que disponía. Creo que es parte del proceso creativo partir de lo que esta a nuestra disposición e intentar generar la obra desde ahí.

Para uno de los experimentos, usé papel de regalo rojo, sobre el que dibujé figuras geométricas. Después las recorté y pegué por la pared. Me pareció muy interesante como un dibujo de menos de A2 ocupaba un espacio cada vez más grande. Además, finalmente, los “restos” del papel los coloqué sobre el suelo para aumentar la sensación de expansión y hacer hincapié que toda la superficie de un dibujo es realmente parte de él, tanto el espacio negativo como el que ocupan las figuras.

Para otro de los experimentos, usé cinta adhesiva que tenía en casa y la luz de un flexo. Después de hacer varias pruebas en las que se iba volviendo tridimensional, me encantó ver que se formaba una especie de techo y lo que escogí como “dibujo final” fue una tienda de campaña. Es interesante también para hablar del concepto de refugio, como puede surgir de algo tan inmaterial como la luz…

 

Para el último experimento de esta parte, quería usar tiza sobre rocas cerca del mar, pero hizo muy malo y no pude. Un día que salió algo el sol y estaba con mi sobrina, pensé en hacerlo en ese momento sobre un camino asfaltado. Las tizas en realizad eran suyas, así que quiso participar en el proceso. La verdad es que solemos pintar juntas y me dije ¿por qué no? De este modo el dibujo también se expandirá más. Me acordé de Klein que también hacía que otras personas participaran en sus obras. Aunque no hay fotos, también aprovechamos para pintarnos en los pies y en las manos.

 

Parte 3. Interacción con el cuerpo

Para hacer esta serie de ejercicios, por un tema de tiempo y horarios, no tuve ayudantes y lo hice todo yo. Fue difícil documentar, pintar y usar el cuerpo a la vez, pero también creo que eso me dio más libertad para hacer…

Primero empecé con un bolígrafo Bic y se me vino a la cabeza como el dedo era una herramienta de dibujo y me dibujé un lápiz. 

Después, con pintura de dedos para niños, coloqué papel de embalar en la pared y pinté con ambas manos sin ningún plan determinado, intentando ver qué pasaba moviéndome de diferentes maneras.

Por último, se me ocurrió hacer una serie de pisadas sobre el suelo del salón y por la cristalera de la ventana. Fue bastante complicado el tema de tener suficiente pintura en los pies, porque me quedaba sin ella enseguida, así que finalmente opté por retocar con las manos las huellas y se generó una textura que me gustó mucho.

Como conclusión, diría que estos ejercicios me generaron cierto nerviosismo porque era algo muy nuevo para mí, pero al final se abrieron muchos caminos y sentí una enorme libertad, que, con más tiempo y más espacio, creo que me llevarían a lugares muy interesantes.